3/22/2009

Rin (I)

NOTA PREVIA IMPORTANTE: Esta historia forma parte de la saga EVIL. Si no has leído las demás, por favor, leélas primero para no sufrir spioilers o algo^^.

Cada personaje tiene un color propio, de manera que cada vez que uno narra pueda distinguirse con facilidad. Esta es la leyenda:
Amarillo- Rin
Naranja- Len
Rojo- Meiko
Verde- Miku
Azul- Kaito
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-Princesa, despierte, ya es de día –dijo la suave voz de Len en mi oído.
-Cinco minutos más…
-Princesa, ya es muy tarde.
Simplemente me di la vuelta y me arrebujé entre las mantas, ignorándole por completo.
-Hay bizcocho para el desayuno –canturreó, sentándose sobre las mantas, hundiendo ligeramente el colchón.
-¡Bizcocho! –exclamé, incorporándome de golpe. Como siempre, vi lucecitas y me empezó a doler la cabeza- Ugh… -me encogí.
-Ya le he dicho mil veces que no tiene que levantarse tan de golpe, que le dolerá la cabeza.
-Y yo te he dicho mil veces que me trates de tú, que estoy harta de que todos me trates de usted, me siento vieja –repliqué, mirándole incriminatoriamente sin levantar la cabeza.
-Ya lo sé, lo que pasa es que ahora no puedo –replicó, sonriendo.
Mi mente todavía estaba demasiado dormida como para ser capaz de procesar correctamente cualquier tipo de información que en circunstancias normales hubiera descifrado enseguida. Len me miró un momento, comprendiéndolo enseguida, y se levantó para abrir las pesadas cortinas. Entró un halo de luz tan intensa que me dejó ciega, así que sí, seguramente era muy tarde ya.
Le observé abrir las ventanas también. Hacía calor en mi inmenso cuarto, y así se refrescaría un poco, aunque ya estábamos en primavera.
Lo cierto es que mi sirviente se me parece mucho. Ambos tenemos el pelo dorado (es más, incluso ambos lo llevamos cortado algo por encima de los hombros, aunque él lo lleva recogido en una coleta) y los ojos azules y grandes, aunque yo un poco más que él como chica que soy. Pronto le tocaría cambiarse el traje por el de verano, pero de momento todavía llevaba la camisa blanca de manga larga, el chaleco negro y los pantalones negros. Llevaba un lazo amarillo medio suelto a modo de corbata. Los zapatos tenían pinta de ser muy cómodos, también de un color negro brillante. Normalmente, Len solo se ponía el uniforme cuando el señor Samers andaba cerca…
-Ah, vale –comprendí por fin. Con ello se despejó mi mente definitivamente para el resto del día.
Samers era el jefe de servicio, aunque realmente no tenía poder sobre Len. Era un hombre de la que puede clasificarse como “edad media-avanzada”, es decir, unos cincuenta años, con un
enorme bigote de morsa de color blanco-grisáceo y un genio tremendamente malo. Yo, por mí, le hubiera echado hacía tiempo, pero el condenado hacía demasiado bien su trabajo y no encontré jamás una excusa válida.
Nos odia con todas sus fuerzas tanto a Len como a mí, pero como con respecto a mí no puede hacer nada (es lo que tiene ser la jefa), lo paga con Len. Que vale, que no tiene poder sobre él, pero la edad es un fuerte factor. Aunque están en el mismo nivel en la jerarquía, creo (aunque Len no tiene poder alguno sobre los otros sirvientes, ni quiere tenerlo, al menos que yo sepa). Quien se encarga de Len es el ama de llaves, una mujer realmente muy agradable, pero Samer también puede regañarle. Y no pierde oportunidad para ello, eso seguro. Aunque me place decir que solo pude hacerlo cuando le ve saltarse las normas (que por cierto, son normas solo para mi pobrecito y martirizado sirviente, porque a los otros ni se les ocurriría hacer lo que él hace). Lo cierto es que es así porque al viejo le revienta que yo no le dé a él también esa preferencia. Que se fastidie.
Tengo verdaderas ganas de que pasen cuatro años para que Len sea considerado adulto y pueda seguir MIS propias normas. Eso sí, lo del uniforme no me molesta del todo. ¡Le queda tan bien! Si es que es muy guapo, pero si se lo propone puede llegar a ser monísimo. Pero se lo propone poco. -¡Venga ese bizcocho! –exclamé, sentándome más decentemente, sin salir de las mantas.
-Está servido en el comedor, princesa –respondió, sin moverse de al lado de la ventana.
Bufé, poniendo los ojos en blanco.
-Vamos, no sea perezosa. No tiene por qué vestirse aún, puede ir en camisón.
-Ah, entonces sí –respondí, saltado de la enorme cama alegremente. Len se situó a mi lado y me acompañó, como siempre, hasta el comedor.
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Dos cosas. Uno: sé que dije que lo colgaría el viernes, pero no tuve tiempo material (que bien suena esoXD) por culpa de los P***S exámenes/trabajos. Pero más vale tarde que nunca, ¿no? Dos: el cachito está incompleto, subiré el jueves o el viernes lo siguiente porque no pude escribir más que esto¬3¬.
Todavía está inacabado, es la primera parte del primer capítulo (que no tiene título concreto, solo "rin" porque fui incapaz de encontrarle uno mejor^^'). Como de todas formas lo iba a subir en dos mitades por el tema de que leer muy seguido en ordenador cansa la vista, pues casi mejor (y hace horrible, tambiénXDD). Me está costando encontrar imágenes de ellos sin que lleven el traje de Vocaloids, a ver si voy a tener que dibujarlas yo... He disminuído el tamaño porque si no queda mal(o eso me parece). Seguramente, a lo largo de la historia acabe por repetirlas, pero en fin, s'hará lo que se puedaXDD.
Y la canción... pos una animada y feliz, no sé, lo escribí en mi soporífera clase de historiaXD. Así que sí, no tiene música tampoco (a ver si llega pronto uno de esos chachitos, que hay muchos¬3¬)
Comentadme, ruladlo, etcetcetc. XD Sí, comentad aunque este sea un post antiguo, necesito saber en que puedo mejorar^^

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